«Pero yo confío en tu gran amor; mi corazón se alegra en tu salvación. Canto salmos al Señor.
El Señor ha sido bueno conmigo.»
(Salmo 13:5-6)
En estos tiempos en que estamos viviendo donde la incertidumbre por causa de la pandemia y los cambios hacia una nueva era, Dios el Eterno, Padre, Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo está hablando de muchas maneras. Está haciendo un llamado a Adoradores, ministros del canto y solistas, para asignarles la gran comisión de llevar un mensaje de Fe y Confianza en Dios a su Iglesia, comunidades y lugares en el mundo que el Señor nos permita llegar.
Creo que si estás leyendo este contenido es porque sientes en tu interior el llamado de Dios para Cantarle y no sabes por dónde empezar.
Quiero decirte que si esta idea de cantarle al Señor está en tu mente la mayor parte del día y ese pensamiento viene a tu mente, al pasar las semanas o tal vez los años, es porque es
la Misión por la que has sido creado.
Dios nos ha dotado con dones y talentos que continúa despertando en su pueblo que es su Iglesia para ser su instrumento de esperanza y buenas nuevas en este tiempo de incertidumbre y necesidad. Él está llamando a nuevos ministros del canto que contribuyan con la semilla de la Palabra de Dios no solo en su Iglesia sino también a la gente que han perdido el sentido de la vida y mueren en el silencio de la soledad e incertidumbre de estos tiempos finales.
Hoy nuestra sociedad está clamando por un Canto de esperanza que le indique el camino a la Luz que es Jesucristo. Creo que éste es el mejor momento para aceptar su llamado y prepararnos para servir a Dios con la ayuda del Espíritu Santo.
En mi experiencia con Dios una de las disciplinas espirituales que continúo aprendiendo es a escuchar a Dios y unirme con Él para ser usado conforme a sus planes y propósitos. Es por tal motivo que he sentido el llamado a una Misión de servicio enfocándome en dos áreas: La formación del Ministerio de Adoración, Alabanza y el Canto (C.C.C), y el Estudio Pedagógico, organizado y Técnico de la voz Cantada (T.T.T), otros de las disciplinas que continúo aprendiendo y enseñando en Escuelas, Universidades e Iglesias.
Como Adorador, Cantante, Consultor, ministro del Canto, Director de Coro, Maestro de Música y Vocal Coach con 25 años de experiencia, continúo identificando las necesidades de la Técnica Vocal más comunes en mis estudiantes y ministros del canto, con el objetivo de enseñarles de una manera en que todos puedan aprender y aplicar el conocimiento teórico y práctico, para que logren Cantar con mayor dominio y ayudarles con principios básicos basado en la palabra de Dios en las tres partes de todo ser humano creado por Dios: cuerpo, alma y espíritu, para su desarrollo personal y espiritual que es la segunda parte de mi método de enseñanza la cual aplicadas juntas en el acto del canto la he llamado: “Cantando con Confianza”.
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.
2 Timoteo 3:16-17
Desde mi Conversión el día 27 julio de 1996, he vivido experiencias positivas y negativas en el Ministerio del Canto y la Música Secular, que me han servido para comprender que lo más importante luego de aceptar a Jesucristo Hijo de Dios, como mi Único Salvador Personal, es saber a qué he sido llamado, cuales son mis dones y talentos, para llevar a cabo una asignación única con la total ayuda del Espíritu Santo, para el cumplimiento del propósito de Dios en mi vida.
Si has tenido la convicción que el Canto es el regalo que Dios te ha dado y que por medio del cumplirás con un propósito único en tu vida, entonces lo próximo sería tu compromiso para que te prepares lo mejor posible para cumplas tu misión. Luego de aceptar el llamado al ministerio del canto o solista viene la obra de Sanidad Interior del Espíritu Santo y el crecimiento de la Confianza en Dios por medio de la Fe al oír su Palabra y aplicar sus principios acerca del ministerio del canto, el Adorador , Cantante y la importancia de tener la total confianza en Dios.
Basado en mi propia experiencia de sanidad y revelación personal, creo que la necesidad que muchos de los llamados al “Ministerio del Canto y Cantantes” tienen, es aprender principios básicos y verdades de la palabra de Dios como manual vida, y escuchar algunos consejos personales como por ejemplo: testimonios, lecciones y experiencias con Dios en el Ministerio del Canto a lo largo de todos estos años que continuo aprendiendo y que creo pueden ayudarte para que tu llamado se desarrolle al máximo y te conviertas (con la total confianza en Dios y la ayuda del Espíritu Santo), en una poderosa influencia de esta nueva generación y que te explique a ti también, cuál debería ser tu propósito y misión como Cantante Secular, para que tomes la decisión de redirigir tu talento para dar Gloria y Honra a Dios.
En otras palabras:
Un Vocal Coach que no solo le enseñe la Técnica Vocal para ser buenos vocalistas sino también ayudarlos en asuntos internos como: miedos, inseguridades, salud emocional, depresión, ansiedad, ira, diversas conductas que son indicadores que se encuentra en presencia de una enfermedad emocional y que estas son algunas de las causas de que hallas abandonado tu talento, llamado, Misión y tu propósito de vida en este mundo que está llegando a su fin, con el retorno eminente de la Segunda Venida de Jesucristo por su Iglesia.
Un Mentor que los guie con principios básicos y les ayudé a encontrar en la palabra de Dios (por que también estuve buscando eso), que el dinero, fama, fortuna, prestigio, poder, reconocimientos, no es la meta, el camino de la luz para sus vidas. Muchos han perdido su voz y otros han muerto teniendo todo eso, pero carecen de la paz que solo Jesucristo pueda dar, con mentes fragmentadas divididas, perdidos, guiados por su ego y no por la Total “Confianza puesta en Dios”.
L a Palabra de Dios dice:
“Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores”.
1 Timoteo 6:10
“Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”.
Queremos todos ser influyentes y prósperos económicamente, para poder cumplir con los sueños y la misión que Dios no ha asignado. Estoy totalmente de acuerdo, pero tenemos que ser Exitoso (espiritualmente) para ser prósperos en todas las áreas: Espíritu, Alma y Cuerpo.
Vamos todos a enfocarnos al éxito como (ministros del Canto), pero alcanzaremos el Éxito a la Manera de Dios, bajo los principios y fundamentos de la “Palabra de Dios” para poder administrar las riquezas y las transferencias de Reino. Cuando leemos en la Biblia sobre la transferencia de riquezas del pecador al justo, como dice Proverbios 13:22 y Eclesiastés 2:26, vemos que Israel la experimentó antes de recibir la ley, y este milagro sucedió por la gracia y el favor de Dios.
Por eso el Señor les dijo a los israelitas en Deuteronomio 8:18 algo muy importante:
“Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.”
Dios les dijo que jamás olvidaran que la transferencia de riquezas de los paganos hacia ellos no sería por lo que ellos pudieran hacer, sino por su absoluta gracia y poder.
La Palabra de Dios dice:
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”.
Hoy es el día que ha hecho el Señor para responder a su llamado y pagar el precio por amor a su nombre por lo que hizo en la cruz por ti y por mí, Salvación, Sanidad y Promesas de Dios para nuestras vidas.
¿Ante lo expresado que debemos hacer para responder a su llamado y asignación especial?
El Apóstol Pablo nos muestra la respuesta en el siguiente texto biblico: ¿Señor, ¿Qué tú quieres que yo haga?
«Mas yendo por el camino, aconteció que, al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.» (Hechos 9:3-6)
Conclusión
Es preciso responder en (actitud de humillación y reverencia), como lo hizo Pablo, Señor, ¿qué quieres que yo haga?, el llamado específico que ha puesto Dios en tu vida para servir a Jesucristo, su Iglesia, la comunidad y todo lugar que el Señor nos permita llegar, Cantando con Confianza para darle la Gloria y Honra a Dios y que toda la tierra conozca que Jesucristo es El Señor.